Los eccemas son el resultado de una enfermedad cutánea que puede aparecerle a cualquiera de nosotros y a cualquier edad. Existen diferentes tipos de eccemas con una sintomatología varia que vamos a pasar a enumerar uno por uno para conocer cada una de sus variantes. Vamos a tratar de entrar un poco en detalle para poder aliviar esta afección, incluso en muchos casos tenerlos controlados hasta tal extremo que podremos disfrutar de una mejor calidad de vida.
Este eccema puede producirse por diferentes problemas internos. Puede ser por un desequilibrio en la flora intestinal, es decir, por un desequilibrio en el sistema inmune o incluso por un desequilibrio en la barrera protectora de la piel.
Eccema atópico
Este eccema se manifiesta formando zonas muy secas en distintas partes del cuerpo haciendo que la piel quede tirante y a veces con picores en dichas zonas, formando lo que se llama comúnmente dermatitis atópica. Puede ir acompañado de problemas respiratorios, conjuntivitis y en ciertas ocasiones de alergias alimentarias. Este tipo de eccema es llamado eccema seco ya que solo se producen costras y la piel se queda tirante. Es una enfermedad muy corriente en niños aunque puedan desarrollarla también los adultos.
Eccema dishidrótico
En esta ocasión los problemas cutáneos se producen en las palmas de las manos y plantas de los pies. Se pueden formar pequeñas vesículas o ampollas con líquido en su interior en torno a los dedos produciendo una molesta afección sobre todo por su localización. Llamado también eccema húmedo por sus vesículas que supuran a menudo. Suele ser más frecuente entre personas de mediana edad.
Eccema seborreico
Posiblemente de los peores eccemas ya que se encuentra en el cuero cabelludo y en diferentes partes de la cara. Eccema seco que se manifiesta con algunas zonas rojas, perdiendo la adherencia la piel que la cubre y terminando produciéndose una especie de caspita que no deja de ser piel muerta, pero muy desagradable para quien lo tiene.
Eccema de contacto
Es una reacción alérgica que se produce en la piel al entrar en contacto con ciertos metales de cadenas, anillos, pendientes, etc. Se produce un enrojecimiento de la zona con la que estaba en contacto que incluso puede derivar en abultamiento y picores.
Eccema varicoso
Este eccema se produce por una mala circulación sanguínea en las extremidades inferiores. Son una serie de placas rojas con picores, incluso con edemas, arañas vesiculares, dando un aspecto un tanto alarmante.
¿Cuáles son las causas?
Las razones por la que se pueden producir estas afecciones son varias. Hoy en día es fácil encontrar alérgenos en muchos de los productos que se comercializan. Entre los metales se encuentran el cromo, el cobalto y sobre todo el níquel que abunda en la bisutería. Nos podemos encontrar multitud de alérgenos en todos los productos de limpieza, medicamentos y cosméticos, todos sintéticos con ingredientes derivados del petróleo.
Remedios para aliviar y controlar estos molestos problemas.
Lo primero es tratar de localizar el problema de raíz y evitar entrar en contacto con él. Siempre existe otra alternativa para cualquiera de sus variantes. Una vez que sabemos su procedencia será más fácil mitigar los eccemas, pero siempre podremos aliviar las zonas afectadas con productos naturales que al fin y al cabo no producen efectos secundarios.
Los mejores remedios bajo nuestro punto de vista serán siempre con la aplicación de aceites naturales y si pueden ser ecológicos mucho mejor. Las cremas están un tanto desaconsejadas por sus ingredientes que aunque sean naturales, hay veces que no solo no se consigue atajar el problema, sino que además puede agravarlo. Así que vamos a enumerar algunas de las soluciones y productos a cada uno de los eccemas de los que pueden producirse en nuestra piel.
Lo que siempre deberíamos evitar es la toma de corticoides por sus graves efectos secundarios a medio y largo plazo. Si es verdad que puede cortar relativamente rápido el eccema, pero en la mayoría de las veces termina con un efecto rebote y con el problema acrecentado.
Una alimentación mediterránea y muy variada, sobre todo en ingredientes vegetales como verduras y frutas es excelente para un aporte de betacaroteno, licopeno y luteína para conseguir una buena flora intestinal y equilibrada.
Si queremos optar por productos naturales para la piel dijimos que la mejor opción eran los aceites vegetales y esenciales. Una perfecta protección a base de hidratar y nutrir la piel debe ser estricta; es algo fundamental durante todo el tratamiento.
Aceite vegetal de comino negro
De los mejores aceites parar tratar los eccemas. Es muy utilizado en la medicina ayurveda, es un ingrediente primordial y muy bueno para utilizar como aceite vehicular para añadirle aceites esenciales.
Aceite vegetal de caléndula
El macerado de aceite de caléndula también es una extraordinaria opción para aplicar sobre la piel en caso de cualquier tipo de eccema. Este se puede utilizar directamente o mezclar también con otros aceites esenciales. Es un aceite muy calmante.
Aceite esencial de manzanilla
Tiene la peculiaridad de ser un aceite calmante por lo que es idóneo para añadir a los aceites anteriormente mencionados.
Aceite esencial de geranio de Egipto
Este AE es muy eficaz para una regeneración de las células de nuestra piel.
Aceite esencial de lavanda
Antibacteriano, antiséptico y antiinflamatorio. Perfecto para cualquier eccema. Aunque es posible aplicarlo directamente a la piel, recomendamos mezclarlo con alguno de los aceites vegetales citados anteriormente.
Para obtener el mejor resultado conviene usar siempre aceites puros 100%, pero no debemos descartar jabones con base de aceite de oliva y champús sólidos naturales que no contengan siliconas, parabenos o sulfatos. La utilización de estos limpiadores naturales en el aseo diario son de vital importancia para que la zona afectada por los eccemas no entre en contacto con ingredientes sintéticos. De esta forma los eccemas mejoran ostensiblemente.
Existen otros muchos aceites muy aptos para tratar este tipo de afecciones, pero empezar por los nombrados creemos que es empezar con muy buen pie.
