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Félix Corral

¿Cómo abordar la salud de nuestra piel?

Cuan difícil es a veces sopesar los problemas de piel. Primero que estamos inmersos en una vida un tanto alocada con un sin fin de cosas de hacer todos los días, trabajo, hogar, niños, hobbys y demás como para además vernos en la tesitura de andar investigando que tenemos que hacer para cuidar nuestra salud, si además ya tenemos a unos dirigentes que lo hacen por nosotros. Pero tener por seguro que los únicos que sabemos como está nuestra salud somos nosotros mismos y sobre todo si tomamos conciencia de ello. El problema es que tenemos que tomar cartas en el asunto y entre que no tenemos tiempo y no saber por dónde abordar el asunto, dejamos pasar el tiempo dedicándole un tiempo exactamente igual a cero en controlar nuestra salud, ya no solo de nuestra piel sino en general.





Pero cada día es mayor la población que le va resonando todo esto de las nuevas medicinas alternativas y cuanto más escuchan o leen más convencidos están de ello; cada vez son más los que relatan sus experiencias positivas con respecto a sus “enfermedades” que en realidad no deja de ser un desequilibrio interno y no un agente externo como cree la mayoría de la gente. Además una vez que la salud empieza a mejorar con las nuevas medicinas, uno se da cuenta de la veracidad de estas y de cual es su verdadero potencial.


Geográficamente, la población norteña de nuestra queridísima España está culturalmente mucho más consciente e inmersa en los conocimientos alternativos que hacen referencia a estos cambios de paradigma. Y según vamos descendiendo hacia nuestro sur geográfico, la gente aún ni se plantea muchas veces (en general) ni la más mínima realidad de todo esto de lo que hablamos. Muchas veces se menosprecia e incluso insulta a todo el que lleve la contraria a este dogma.


Con todo esto no queremos convencer con nuestra información a nadie que no lo quiera, pero si informar de alternativas a todo el que lo desee. Y no hay mejor prueba de todo esto (además promulgado por muchos médicos y sanitarios de nuestro sistema de salud) que mucho tiempo atrás ya veían cosas un poco extrañas en el devenir de las doctrinas impuestas.


A partir de la pandemia ha crecido exponencialmente los problemas cutáneos en nuestra población. Cada día son más los clientes que nos visitan para alegar problemas como eccemas, psoriasis, verrugas, hongos, etc. Algunos de ellos son producto de una mala alimentación y otros son producto de emociones negativas, pero que con una buena alimentación gran parte de estos problemas de piel no pasarían a mayores si tuviésemos una alimentación sana con un sistema inmune correcto.


Y dejando un poco el tema aparte vamos con el interés de nuestro artículo de hoy que no es nada más y nada menos que cuatro conceptos básicos a tomar muy en cuenta a la hora de proceder para mantener nuestra salud en buen estado. Cuando hablamos de salud, también hablamos de nuestra piel que al fin y al cabo como especialistas en la materia nos interesa divulgar.


Visto así, parece un tanto complicado y tedioso, pero cuando pasemos a analizar cada punto veremos como no es tanto como parece. Para gozar de una excelente salud y por consiguiente un estado óptimo de tu piel sería necesario trabajar los siguientes puntos:


1º - Eliminar de tu alimentación los azúcares y aceites vegetales refinados y los ultraprocesados.

Una tarea ardua conseguir dado la cantidad de alimentos en supermercados y grandes superficies. Todo está condicionado por el negocio redondo. Y mucha gente se pregunta todavía cómo van a vender alimentos en el supermercado que dañe nuestra salud. Los productos envasados, en general, no incumplen con la legislación y son aptos para la venta, pero el uso desmedido y continuado del consumo de estos productos conlleva un perjuicio para nuestra salud. Lo bueno sería no consumir ninguno de estos productos, pero si lo hacemos que sea de una forma muy controlada.

Así que lo primero que recomendamos es la retirada de los azúcares refinados que acidifican nuestro organismo.

El consumo de aceites vegetales refinados, como el de girasol, maíz, etc alteran la flora intestinal. Los mejores aceites son el de oliva, coco, aguacate y lino. Igual que otros productos que mencionaremos más adelante están manipulados genéticamente.

No solamente estos aceites, además las leches de origen animal, el trigo (incluido el pan) y un sin fin de productos que generalmente vienen envasados además en plásticos.

Consumir preferentemente productos que se extraen directamente de la tierra y no ha sido elaborado antes de la puesta a la venta.


2º - Empezar a trabajar la función hepática.

Para empezar a mejorar la función hepática es necesario trabajar unas pautas:


- Alimentación Saludable: Consumir una dieta equilibrada rica en frutas, verduras, proteínas magras y grasas saludables.


- Controlar el Consumo de Alcohol: Limitar o evitar el consumo de alcohol, por poco que se beba daña el hígado.


Ejercicio Regular: El ejercicio físico hace una labor muy importante en nuestro hígado. Mantenerse activo físicamente puede mejorar la salud general, incluida la función hepática.


Hidratación: Beber suficiente agua para ayudar al hígado en sus funciones de desintoxicación.


Evitar Toxinas: Minimizar la exposición a toxinas ambientales y químicos nocivos.


3º - Empezar a trabajar el ecosistema intestinal.

Consumir Probióticos: Incluir alimentos en la dieta de forma habitual ricos en probióticos como kefir, yogur natural, kombucha, chucrut, miso, tempeh y kimchi o encurtidos.


Consumir Prebióticos: Estos alimentos son ricos en fibra y alimentan las bacterias beneficiosas en el intestino, como las legumbres y las frutas.


Evitar Alimentos Procesados: Reducir la ingesta de alimentos procesados y azúcares refinados, ya que pueden alterar el equilibrio de las bacterias intestinales.


Gestión del Estrés: El estrés puede afectar negativamente al sistema digestivo, por lo que es importante encontrar formas de reducirlo, como la meditación o el ejercicio.


4º - Recuperar la inmunidad con la micoterapia.

La micoterapia es el uso terapéutico de los hongos medicinales para promover la salud y la inmunidad del cuerpo. Los hongos tienen propiedades medicinales únicas que pueden ayudar a fortalecer el sistema inmunológico y combatir algunas “enfermedades”.


Existen muchos tipos de hongos medicinales que pueden ayudar a fortalecer el sistema inmunológico, como el reishi, el cordyceps, el shiitake y el maitake. Es importante elegir los hongos adecuados para tus necesidades y consultar a un profesional para obtener recomendaciones específicas.

La toma de estos hongos es otra alternativa para una buena salud y combinada con una dieta saludable y equilibrada es mucho más efectiva.



Para la mayoría es impensable leer este artículo tan extenso, pero para los que hayáis llegado hasta aquí es porque era momento de tomar riendas en el asunto y empezar a preocuparnos un poco por nuestra salud y por tanto por el estado de nuestra piel que es de suma importancia. En función del estado que tenéis la piel os podríamos decir qué es lo que coméis y qué os ronda por la cabeza.

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Tampoco es bueno hacer un cambio brusco de la noche al día, pero si ir tomando cartas en el asunto e ir trabajando poco a poco este nuevo hábito alimentario para encontrarse mejor.


Toda esta información aportada es fruto de muchos años de investigación y además con resultados positivos de clientes, amigos y de uno mismo que ha conseguido combatir muchos problemas de salud con las terapias alternativas y así conseguir esa tan ansiada piel perfecta.

2 comentarios

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Guest
Feb 29
Rated 4 out of 5 stars.

Artículo muy interesante

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Nos alegra mucho. Muchas gracias,

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