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Barrera cutánea

Todos sabemos que el cuerpo humano es perfecto y la piel en concreto también lo es para una correcta protección. La piel es una esponja que absorbe todo lo que entre en contacto con ella. Además tiene la propiedad, en un estado óptimo, de estar siempre impecable, no tiene manchas externas, es capaz de eliminarlas, mantenerse en buen estado e incluso cuando penetra algún agente externo intenta expulsarlo de forma rápida y eficaz. La barrera cutánea es la capa de nuestra piel que nos protege de cualquier agresión externa y la de evitar la pérdida de agua ¡que inteligente!

¿Qué es lo que desajusta nuestra barrera cutánea?

Esta barrera esta situada en la capa más externa de nuestra piel llamada estrato córneo y es la que recibe siempre peor trato. Así que el problema viene cuando perdemos su integridad, los problemas surgen inevitablemente cuando empiezan a recibir agentes externos como el exceso de sol, productos sintéticos y derivados del petróleo, quemaduras o maltrato de la misma. También una mala alimentación y el exceso de medicamentos hará que esta se vea afectada en sus ácidos grasos o ceramidas. Aquí empiezan los inconvenientes y es cuando tenemos que empezar a tomar alguna decisión para su correcto funcionamiento de nuevo. Si procedemos rápidamente a su cuidado, los efectos serán mínimos o incluso ninguno, pero el no cuidar nuestra piel hace que puedan quedar afectada su composición y quedar morfológicamente en mal estado al menos durante un periodo determinado.

Hoy en dí algunos medicamentos especialmente los corticoides son un mal aliado para nuestra barrera cutánea y es uno de los principales indicadores del mal estado de nuestra piel, es inevitable sobre todo en periodos prolongados. Pero sucede con cualquier sustancia que no sea natural y agrede muchas veces con unas consecuencias realmente agresivas.

¿Cómo reconocer una piel sana?

La mala salud de nuestra piel es reconocible de diversas formas que pasamos a enumerar:

  • Tiene un tacto rugoso con un aspecto reseco

  • Se pueden producir descamaciones en diversas partes del cuerpo en función del problema en cuestión

  • La piel excesivamente seca produce picores

  • Puedes tener la piel excesivamente tirante

  • Las irritaciones son habituales sobre todo en pieles sensibles

  • Aparecen brotes en forma de grasa como acné

  • Aparentemente enrojecida e inflamada


Habría que encontrar la raíz de todos estos problemas citados para que no vuelvan a aparecer. A veces es suficiente con la aplicación de algún producto natural, pero si fuese un problema más grave o intenso no está de más tratar en entre tanto la piel con algo que nos vaya aliviando todas estas molestias.


Recomendaciones para su perfecto estado


Así que nosotros siempre recomendamos el uso de productos naturales y si son ecológicos mucho mejor. Las cremas a base de aceites puros son estupendas para estos casos, pero los mismos aceites aplicados en la piel directamente son mucho más efectivos por su alta concentración. Los aceites de semilla de uva, de almendra dulce, argán, higo chumbo, caléndula o jojoba por citar alguno, son perfectos aliados para una correcta protección, pero si no te agradan los aceites siempre puedes recurrir a una crema, pero siempre elaborada con los mismos ingredientes.


En cuanto a la alimentación repetimos que es importantísimo llevarla adecuadamente y si es personalizada también será un plus para corregir nuestra barrera. La ingesta de aceites puros como el aceite de oliva, de linaza, aguacate, coco entre otros son muy recomendables para incrementar las defensas de nuestra piel.


Esta información es meramente informativa y siempre debe ser revisada por un especialista cualificado.

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