Aceite de higo chumbo

Aunque nacen de la misma planta resiliente, el higo chumbo nos ofrece dos tesoros cosméticos muy diferentes según provengan de su semilla o de su fruto. Entender su diferencia es clave para elegir el tratamiento adecuado para tu piel.

El aceite de semilla de higo chumbo es considerado el "elixir" o la joya de la planta. Extraído mediante un costoso prensado en frío de sus diminutas semillas, es un aceite muy concentrado y potente. Su riqueza se basa en su altísimo contenido en Vitamina E, un poderoso antioxidante, y Vitamina K, conocida por su capacidad para atenuar rojeces y ojeras. Es un aceite eminentemente reparador, nutritivo y antiedad, ideal para tratar arrugas, cicatrices y pieles que necesitan una regeneración profunda.

Por otro lado, el extracto o macerado del fruto (la pulpa) es el "oasis" de la planta. Su composición es principalmente acuosa, rica en mucílagos, azúcares y Vitamina C. Su principal virtud es su increíble capacidad hidratante, calmante y refrescante. Es perfecto para aliviar la piel estresada o deshidratada, aportando una sensación de frescor y confort inmediatos.

En resumen: busca el aceite de semilla para un tratamiento antiedad y regenerador, y el extracto del fruto para una hidratación intensa y calmante.

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