África es una despensa de grandiosas plantas de las que se extrae un sin fin de aceites con extraordinarias propiedades. La manteca de karité es uno de esos aceite procedentes de África Occidental y que está tomando mucho protagonismo dentro de la cosmética por sus sobresalientes propiedades.
Nuestra manteca, llamada así por que se encuentra en estado sólido es una manteca sin refinar (tanto en aceite como en jabón). Esto quiere decir que no tiene mezcla alguna con ningún derivado del petróleo. Es totalmente natural y sin procesar, tal como se extrae del fruto. De esta forma mantiene muchas más propiedades que cualquiera que esté refinada.
Cabe destacar dentro de sus propiedades la forma magistral de hidratar y nutrir la piel. Pero además es un potente antiinflamatorio para aliviar dolencias, excelente como reparador y regenerador de la piel, actúa a la perfección con quemaduras, rozaduras, moretones, cicatrices, estrías, grietas en manos y pies muy resecos. Es muy apto para pieles sensibles y delicadas. Ideal también para el cabello y como bálsamo labial.
Además nuestro jabón tiene un aporte extra de vitamina C para una mayor nutrición, que junto con esa espuma tan cremosa que hace, nuestra ducha diaria se convierte en un auténtico placer. Y si lo haces con nuestras bolsas de ramie o bambú, aún lo disfrutarás más.
