Receta muy sencilla de preparar y muy efectiva en cuanto a resultados.

Para empezar debemos seleccionar en el mercado unos ingredientes de muy buena calidad, cuanto más mejor.

cogemos un puñado de té verde, otro de cola de caballo, otro de canela molida y para terminar otro de jengibre molido.

En una cazuela echaremos primero los ingredientes en rama como el té verde y la cola de caballo y después el jengibre y la canela. Mezclar con algún aceite vegetal, de semilla de uva, almendra o simplemente un buen aceite de oliva.

A continuación, una vez bien mezclado y todo bien empapado lo pondremos a calentar al fuego más lento de la cocina durante 5 o 6 horas hasta haber extraído bien todas sus propiedades. 

Lo pasaremos a un recipiente de vidrio con la ayuda de un colador, dejarlo enfriar y listo para aplicar en la piel exactamente igual como si lo hicieses con una crema. No olvides que con la piel húmeda, los compuestos oleosos penetran mucho mejor en la piel e incluso llegan perfectamente hasta la última capa de la piel.